El oceano de tu mente, debe ser tan confuso como la incertidumbre de tu seguridad.
Callas palabras, silencias sentimientos, y me llenas de dudas...
Tienes la puerta abierta a mi corazón, el cartel de bienvenida, pero ignoras mi bondad.
La inutil espera en mi habitación. Se hiso infito nuestro desencuentro.
Todo lo que me rodea parece cambiar, pero lo único que esta expuesto a cambios soy yo.
Y escribo, para no caer en la desesperación. Hablo, para librarme de esto.
No guardaré tu mal recuerdo, no me llenaré de un vacio que no quisiste llenar.
A la larga podria enfermar.
En el interior, en lo más profundo de mí. Todavia te recuerdo.
Mi maldita memoria, que olvida lo que tiene que recordar.
Y despierto felizmente ilusionado con la mentira de un sueño.
Ciertamente, no puedo decir lo que me pasa, sin tener que nombrarte.
Y cuando todo parece pasar, es peor. Vuelve a comenzar.
Me siento solo, aunque sin esperanzas.
Me sigues gustando, aceptando que no me quieres.
Me sigo perdiendo cuando te miro, pero sabiendo que te incomoda.
Me importas, cuando a ti no te interesa.
De alguna muy extraña manera te quiero, pero este sentimiento no tiene sentido.
Vuelve a comenzar, pero es peor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario